Razones por las que estoy a punto de renunciar al periodismo

Cuando decidí ser periodista, fue porque me gustaba escribir, poemas, cuentos, cartas de opinión, etc., y porque creía que a través del periodismo podía además hablar por aquellos que no podían hacerlo, denunciar los males de la sociedad y que quien tenga que hacer algo por solucionarlo, lo haga. Bueno, después de casi 10 años ejerciendo el periodismo en diferentes medios, resulta que uno de esos males de la sociedad era el periodismo mismo.

El periodismo ha hecho grandes cosas por la sociedad y lo está haciendo, pensarán quienes tras leer el párrafo anterior creerán que soy demasiado pesimista. Y concuerdo con ellos. El periodismo ayudó a destapar casos de corrupción sumamente graves, pero hoy son contados. Hoy el periodismo es víctima de una patética paradoja: mientras más se involucra con la tecnología, menos parece evolucionar.

Sorry, pero a veces me cuesta ver periodistas haciendo periodismo

Las prioridades de las empresas que tradicionalmente hacían periodismo cambiaron, y ese cambio no es de ahora. Ahora es más evidente, pero viene de hace muchos años, cuando la patética paradoja era -y sigue siendo- el modelo de negocio: ¿qué vendemos los medios de comunicación? ¿quiénes son nuestros clientes? ¿quiénes nos pagan? y finalmente ¿a quién respondemos cuando damos un mal producto o servicio?

«Cuando se descubrió que la información era un negocio, la verdad dejó de ser importante». Ryszard Kapuściński

Fui reportera de televisión por muchos años y cubrí de todo. Hice muchas cosas por conseguir la información -algunas poco decorosas-, algunas veces lo hice muy bien, algunas muy mal, y otras simplemente lo hice y ya. Paralelamente tuve un blog y me sentía tan bien…sentía que podía hacer eso con lo que soñaba cuando decidí volverme periodista. Escribía lo que quería, opinaba, denunciaba, y hasta me sentía culpable de ser más feliz con el blog que solo me daba satisfacción personal, que con mi trabajo como reportera que me paraba la olla.

Fue así que me fui metiendo cada vez más en Internet y en las redes sociales, y en todas sus posibilidades de comunicación. Entendí que había una nueva manera de relacionarse con la audiencia, y que muy pronto sería la única manera. Y entonces me volví digital.

Como periodista digital pensé que los cambios debían ser graduales, de adentro hacia afuera, como construir un edificio: primero allanar el terreno, luego hacer los cimientos, armar el esqueleto, ponerle los ladrillos, pintarlo y habitarlo. En ese sentido siempre he creído (y aún creo) que el primer paso debería ser integrar la redacción y el último, elaborar la plataforma. Sin embargo, ya existían monstruos que tenían más de 10 años de desarrollo, más de 10 años aplicando fórmulas equivocadas en busca de las correctas. Era difícil ir lento, y muchos de los que de pronto «vieron la luz» se desesperaron por construir sobre la marcha para tratar de recuperar el tiempo perdido. A algunos les fue bien, pero a otros…

Cantinflas tranquilamente pudo haber sido arquitecto web

Había de pronto edificios por todos lados, y había que habitarlos sí o sí, ya ya, y como sea. La competencia se volvió muy dura. Ganar la atención de los usuarios se volvió una guerra.

This is Spartaaaaaaaaaa!

Aparecieron los videos virales, las notas tipo listas, las galerías de fotos, los memes, los titulares con preguntas, con palabras clave para los motores de búsqueda y tantas otras cosas para lograr más y más visitas, y así incrementar las métricas, pero ¿para qué?… ¡oh, patética paradoja! para vender.

«Cuando se descubrió que la información…» bla bla bla

El problema del periodismo de antes es el mismo de ahora, aunque peor, porque ya ni hacemos periodismo. Hacemos cosas que parecen periodismo, pero definitivamente no lo son.

Miguel Ángel Bastenier y «Los cuatro jinetes del Apocalipsis» para el periodismo: declaracionitis, oficialismo, hiperpolitización y omisión internacional

Ok, de nuevo Pamela está siendo pesimista, Pamela no ve las posibilidades que tiene el periodismo en Internet ¡Por favor, claro que las veo, las vi y por eso me volví digital! Internet permite contar historias no solo con texto, video, fotos y audios, sino a través de todos los formatos a la vez e incluso a través de diferentes plataformas; también hacer una visualización de datos mucho más atractiva (como Ojo Público o Verita); y permite conocer en tiempo real la opinión de nuestra audiencia, sus deseos y necesidades.

Pero seamos sinceros ¿cuánto de esto están haciendo los medios de comunicación? Algo hacen, sí, pero en la balanza del marketing digital, el tiempo, el esfuerzo y el dinero que se invierte en elaborar contenido de calidad no suelen ser recompensados con muchos clics, al menos no de inmediato. Y si no hay muchos clics, las métricas no aumentan, y si no aumentan no hay ingresos por venta de publicidad. Es más fácil, más barato y más rentable hacer virales, galerías, memes, listas y todas las demás cosas que parecen periodismo.

No obstante algo está pasando, después de ¿15 años? algo está cambiando. Hay un nuevo monstruo en el mercado y usando casi la misma estrategia. ¿Qué fórmula aplicarán ahora? ¿veremos más de lo mismo o ahora sí veremos periodismo? Si es así, espero seguir en los medios para ser testigo.

5 comentarios en “Razones por las que estoy a punto de renunciar al periodismo

  1. cajacho dice:

    Hola, interesante post. En realidad, el buen periodismo jamás ha cambiado en su esencia: buscar la verdad y contarla. En ese sentido, los virales, las galerías, los memes, las listas y todos los nuevos formatos que mencionas NO SON MALOS EN SÍ MISMOS. Existen virales, memes y otros contenidos web o web 2.0 que buscan la verdad, la encuentran y la cuentan de una manera tan simple, directa e impactante que logran llegar a un público que no suele leer crónicas ni entrevistas, no ve noticieros y está convencido de que los medios de comunicación tradicionales mienten, desinforman o tergiversan la realidad. Yo ando en el mundo digital desde hace casi dos décadas (1996) y creo que el reto consiste en buscar permanentemente la innovación, revolucionar la manera de comunicar, cuestionar los paradigmas, ir un paso más adelante que el sistema. Algo de eso trato de hacer hoy en «Voto Vigilante» (http://votovigilante.com) y creo que lo logré en 2009 cuando creé el «No a Keiko» (http://twitter.com/noakeiko). ¡Saludos desde Cajamarca!

  2. Maskus dice:

    Hola Pamela, muy interesante tu post. Tal como dices, el problema no es la plataforma ni los recursos en si (los 90 fue la peor época del periodismo local y la internet apenas asomaba), sino que el sistema en sí de los medios de comunicación periodísticos tiende a pervertirse por la necesidad de competir desesperadamente por la audiencia. Y como sabemos, a más audiencia, mayores ingresos por publicidad.

    Tal vez este mal lo siente con mucho más fuerza los medios «generales» que los especializados. Entiéndase El Comercio, La República, RPP, etc que tratan de informar sobre todo sin ser expertos en nada.

    Pero hay algo más que me llama la atención. Como comunicador me da vergüenza ajena ver tanto improvisado ejerciendo de periodista. Me pregunto si tal vez esto es por una falta de filtro entre lo bueno y lo malo de la profesión. Si un periódico saca una nota malísima ¿quien los presiona para que no vuelva a suceder? La gente le deja miles de comentarios negativos al día a las notas de El Comercio y ¿acaso por eso mejoran? Es claro entonces que el público al que se dirige un medio no son los lectores, ellos son irrelevantes, lo que cuenta es que los anunciantes estén contentos. Por lo tanto, el modelo de negocio está condenado a la banalización de sus contenidos, pues nadie se levanta contra esos anunciantes.

    ¿Hay alguna luz al final de este camino? Creo que la especialización tal vez lo sea. Medios que dejen de pretender que pueden cubrirlo todo y en su lugar que se dediquen a un campo en particular, para que luego no haya sorpresa sobre porque si antes hablaban de crítica de libros ahora se dediquen a informar los últimos affaires de la gente de Combate o Esto es Guerra.

    Saludos.

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